Con música y detalles en la ambientación, Remind GNP nos hizo recordar aquellos ayeres. ¡Te contamos cómo se puso el festival que nos hizo recordar bellas épocas de oro!

Enviado: Ricardo Alonso /Fotos: Cortesía Festival Remind GNP

Si existe actualmente una forma de viajar en el tiempo, esa es la música. Y el Festival Remind GNP fue una clara muestra de ello, pues convirtió ese mismo sitio donde se había presentado una de las estrellas más importantes de la generación Z: la Rosalía, en el foro perfecto para recibir a una de las bandas más icónicas del rock de finales de los sesenta: Creedence.

Así es, el Parque Bicentenario, en el que, semanas antes se celebró el Festival Axe Ceremonia, también fue sede del nostálgico Remind GNP, un lugar que nos encanta, ya que está rodeado de vegetación, que genera una vibra distinta, a pesar del polvo.

En fin, que hace unos días nos lanzamos a esta fiesta familiar, (sí, realmente familiar) cargada de chavo-rucos, rucos-rucos y niños-señores, para de verdad transportarnos a otras épocas, de esas que dicen fueron mejores.

Nos transportamos desde los años sesenta, con el funk venenoso de Kool & the Gang, hasta principios de los noventa con el rock melódico de La Gusana Ciega, pasando por los éxitos setenteros de Credence y el flamenco ochentero de los Gipsy Kings.

Lo retro es chido

Y si la música fue la nave, la ambientación del lugar, cargada de motivos retro, sirvió de combustible para que nada fallara en esa vuelta atrás.

Gente cuya ropa parecía haber sido heredada por los asistentes al Festival de Avándaro, un enorme photo oportunity que simulaba una televisión de bulbos, un gran cubo Rubik, maquinitas de antaño, una especie de anaquel repleto de aparatos electrónicos, como salidos de la casa del abuelo: televisiones, radios, una bola disco, y hasta un imitador de Luis Miguel en sus mejores tiempos, nos dieron motivos de más para dejarnos llevar.

Eso sí, tampoco faltaron los toques de actualidad, como el mini ejército de drones que formaba figuras y mensajes en el aire y las pulseras del sistema cashless que se han vuelto la nueva forma de pagar el consumo de alimentos y bebidas en los conciertos.

¡Comienza Remind Festival!

Desde la 1:00 de la tarde, la energía se mantuvo alta, positiva, con un sol por momentos muy fuerte y a ratos un tanto más benevolente. Con un rato de lluvia que nos refrescó y una noche con el clima ideal para ver a los headliners del cartel.

La banda de Los Señores fue la encargada de abrir plaza con su blues llegador; mientras que la primer carta fuerte llegó alrededor de las 3:30 de la tarde. Era La Gusana Ciega que salió al escenario para soltar algunos de sus grandes clásicos. Enseguida, el chileno Beto Cuevas salió a mostrar que aún sin su agrupación, La Ley, sigue siendo uno de los consentidos del público chilango, aunque claro sí que echó mano de uno que otro hit del disco Invisible.

Comida y bebida de reyes

Para quitarse la sed, las opciones iban desde las típicas cervezas hasta vino mexicano, cócteles y, para los que no beben, jugos y mocktails (o sea, coctelería sin alcohol, pero igual de ricos).

Respecto a la comida, la oferta era igualmente amplia y un tanto más refinada (si se puede decir así), respecto a otros festivales, y eso obedece al promedio de edad de los asistentes, que ya no come cualquier cosa y bueno sí, que ya tiene chance de darse unos lujitos más elevados.

Y es que la sección de comida contó con la presencia de restaurantes como Campobaja hasta Café de Nadie y Lardo, propuesta encabezada ni más ni menos que por la recientemente nombrada «Mejor chef mujer del mundo»: Elena Reygadas. ¡¿Así o más nivel?!

Comprobado: la buena música siempre resiste a todos los tiempos

Lo que era una especie de picnic, al caer el sol volvió a tomar tintes de festival musical con la presentación de los Gipsy Kings que pusieron a bailar a abuelos y nietos al son de sus grandes éxitos: Volare, Bamboleo, Bem Bem María y más.

Lo que siguió fue un regreso a los orígenes del rock en español con la música de los Teen Tops, sin Enrique Guzmán, pero con los mismos grandes clásicos de aquellos años de encopetados.

Posteriormente, el Parque Bicentenario se convirtió en el Studio 54 al aire libre, con toda la energía de Kool and the Gang una de las bandas funk más icónicas de los 70 y 80.

Faltaron pantalones acampanados y la bola disco, pero igualmente brillaron sobre el escenario como en sus mejores tiempos.

El público bailó éxitos que no pensaron bailarían en vivo como, Ladies Night, Fresh, Get Down On It, Too Hot, cerrando con el clásico himno del funk disco Celebration.

Como último headliner apareció Revisiting Creedence, herederos musicales de Creedence Clearwater Revival, con Dan McGuinness como frontman, que soltaron grandes éxitos como Bad Moon Rising, Susie Q, Rollin’ On The River y Have You Ever Seen The Rain, ¡sí, la canción que creías que era de Juan Gabriel!

Pero si creías que ahí se había acabó todo, estás muy equivocado. Entre otras grandes sorpresas, Remind GNP nos tenía preparada la gran actuación de Ricky Santos, un increíble imitador de Luis Miguel que nos hizo menos larga la espera del regreso a los escenarios de El Sol.

Las increíbles sorpresas musicales emergentes de Remind GNP

Remind GNP además, nos sorprendió (para bien) con talento emergente increíble, de ese que tanto hablamos y amamos en Sound Travel, con la presencia de artistas como Fabiola Ruano, cantante originaria de la Ciudad de México que juega entre la música jazz, el soul y unas pizcas de R&B con arreglos sintéticos.

Hacia el final de la noche, nos topamos con Tona, el hombre orquesta. Si creías que era difícil tocar un solo instrumento musical, Tona toca varios al mismo tiempo, mientras canta.

Otra sorpresa musical digna de reseñar es la de F-Mack, quien se describe a sí mismo como un cantante haitiano-mexicano. Su propuesta musical va del R&B y soul, pasanod por funk-pop, jazz- blues, y electrónica con una voz gospel inigualable. ¿Ya lo conoces? 

Así vivimos la segunda edición de Remind GNP y sí, cómo dice el slogan del principal patrocinador de esta enorme fiesta: “Vivir es Increíble”, pero a veces, sólo a veces, cuando la música está de por medio, “Revivir es mucho mejor”.