Tras los sonidos de Sudáfrica

Festivales de jazz, sitios para vivir la vida nocturna con música marabi o mbube, es sólo un poco de lo que podrán disfrutar tus oídos en este destino

Por Mario Zárate

En mi niñez vi en televisión un capítulo de los Looney Tunes sobre África donde Porky era un piloto que se aventuraba a encontrar al último pájaro Dodo, una difícil hazaña en un contimente lleno de misterio y poco explorado.

A pesar de ser una caricatura, retrataba una realidad que perdura hasta nuestros días, donde seguimos desconociendo muchos rasgos de su cultura y tradiciones.

Por ello, en esta nota trataremos un poco sobre los enigmáticos y variados ritmos de Sudáfrica, una de las naciones con más desarrollo en el continente africano.

Aunque ceñirse a un sólo estilo musical no es lo correcto, probablemente sea el jazz el principal protagonista, junto al marabi, un estilo sudafricano surgido a principios del siglo XX, como lo fue la evolución del jazz norteamericano que nació en Johannesburgo.

Sin duda la mezcla de cultura, en específico la occidental con la autóctona sudafricana (y viceversa), derivaron en un constante intercambio de influencias y sonidos, donde ambas tomaron elementos de una y otra.

Uno de esos elementos, y tal vez el más representativo, es el mbube, género donde un solista, generalmente de voz aguda, lidera la canción y un coro, habitualmente de voces graves, van contestando. Un tipo de canto que también tiene similitudes con el góspel y otras músicas de origen religioso.

Una de las primeras muestras de este género que llegó al mundo occidental fue un himno zulú llamado Wimoweh, adaptado por Peete Seeger y The Weavers, que tuvo una gran repercusión en el mundo.

Historia musical

Rememoremos un poco; en el siglo XVII durante La Colonia, los esclavos importaron y adaptaron instrumentos musicales. Un ejemplo son los Khoi-Khoi que fabricaron el ramkie: una guitarra de tres, y en ocasiones de cuatro cuerdas, usada para unir canciones de su cultura y el folklore occidental.

Hay otro instrumento llamado mamokhorong, que es un violín con una sola cuerda, usado por los Khoi para crear música y bailes en Cape Town, el centro colonial que se convirtió en hogar de muchas culturas del mundo.

Tiempo después, a finales del año 1800, el compositor africano John Knox Bokwe hizo himnos que usaban sonidos de la tradicional armónica Xhosa. Para 1897, el profesor Enoch Sontonga escribió el himno Nkosi Sikelel’ iAfrika o lo que significa «Dios bendiga a África» que luego fue adoptado por el movimiento de liberación y ahora es el himno nacional de la Sudáfrica democrática.

El lazo musical más fuerte entre los diferentes grupos de población es la música coral. Las tradiciones occidental y africana han ido convergiendo en este estilo a medida que grupos corales occidentales descubren el folclor propio de las culturas étnicas tradicionales y coros étnicos descubren la música coral litúrgica de occidente.

Hoy en día, Die Antwoord es la banda más importante de Sudáfrica, gracias a su estilo transgresor, crítico y original con una mezcla de estilos como el hip-hop, el rap, el rave y zef con el pop y la música electrónica.

Destacan también géneros como el drum and bass, kwaito, afrikaans, trance psicodélico y el metal, que se han consolidado como algunos de los más importantes dentro del país. 

En busca del alma sonora de Sudáfrica

Un sitio imperdible que no debes dejar pasar son los Jardines Bbotánicos Kirstenbosch en Ciudad de Cabo, donde cada año, entre noviembre y enero, se realizan una serie de conciertos de verano donde los asistentes disfrutan y se relajan con la música de los más destacados artistas citadinos.

Si lo tuyo es lo sofisticado, el Festival Internacional de Jazz que se realiza en esta urbe es para ti. Este encuentro se ha estado celebrando desde el año 2000 y el número de asistentes ha ido creciendo progresivamente, convocando actualmente a más de 30 mil aficionados al jazz, quienes se reúnen cada año durante el último fin de semana de marzo, para escuchar a más de 40 artistas locales e internacionales.

Otro destino imprescindible para los aficionados a la vida nocturna es la ciudad de Durban, donde los más fiesteros gustan asistir a Umbilo Road, donde se encuentra el club llamado Origin, el centro nocturno más conocido y exclusivo de la metropoli con una gran variedad de pistas de baile. Otra opción popular para los aficionados a los clubes es Joe Cool, en la playa Norte.

Pasando a la capital, Johannesburgo o Jo’burg, como la llaman cariñosamente sus habitantes, frecuentemente es el punto de entrada para muchos visitantes internacionales a Sudáfrica, y no hay nada como una noche en la urbe más grande y atrevida de este enigmático país.

Con una escena artística cambiante y espontánea, los visitantes pueden sumergirse en una vida nocturna animada con una mezcla ecléctica de música con un peculiar sabor africano o podrían optar también por los restaurantes, algunos considerados como los mejores del país, seguidos de una relajante copa en un bar de cócteles de moda.

Los barrios populares para cenar y la vida nocturna son Greenside, Parkhurst, el recinto de Maboneng, Braamfontein y Sandton.

Después de esta pequeña muestra musical, te dejamos una pequeña lista con 7 canciones para que te contagies con el espíritu sudafricano:

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