Un viaje llamado Siddhartha

El pasado 6 de diciembre, la voz del ex integrante de Zoé retumbó en el Auditorio Nacional, lugar que sus fans abarrotaron para ser testigos del primer concierto y presentación de su nuevo disco

Por Mario Zárate

El pasado 6 de diciembre, la voz de Siddhartha retumbó en el Auditorio Nacional, lugar que sus fans abarrotaron para ser testigos del primer concierto y presentación del nuevo disco del oriundo de Jalisco en este majestuoso recinto.

Con un sold out más que anunciado, el ex integrante de Zoé no escatimó en la selección de los temas con los que coronó una década de éxitos, colaboraciones y de convertirse en uno de los solistas más reconocidos y premiados de los últimos años. 

Fue la banda argentina El Kuelgue la encargada de hacer los honores previos a la esperada presentación del mexicano.

Poco después de las 21:00 horas las siluetas de varios músicos anunciaban el arribo de Jorge Siddhartha González Ibarra (nombre real del cantante), quien con el sencillo Memoria-Futuro (que le da nombre al nuevo disco), hizo retumbar el recinto de Reforma ante el grito y euforia de sus fans. 

A su estupenda introducción le siguieron Aves del tiempo, El aire y Ser parte, rolas que antecedieron la bienvenida que el artista dio a sus seguidores. “Es un sueño cumplido tenerlos a todos ustedes enfrente”, fueron las palabras que emocionaron con fuerza al público. 

Es necesario decir que, desde las primeras notas, nadie se quedó sentado. Las ovaciones, aplausos y coros acompañaban a cada una de las canciones que el músico dejaba salir de su guitarra. Así llegó Domingo con el sonido inconfundible de los sintetizadores para después dar paso a Extraños y El poema y la caja.

Invitados especiales

Esta ola de interpretaciones sin interrupción no dejaba descansar a nadie ni por un segundo, señal de que la primera sorpresa de la noche estaba por llegar.

Tuvieron que sonar El deshielo, Infinitos y Vida, para que Emmanuel Horvilleur, uno de los cerebros artífices de Illya Kuryaki and the Valderramas, subiera al escenario para que junto al rey de la noche complacieran al público con Fuma.

Ya en la conferencia de prensa previa se le había cuestionado por los invitados que tendría en este esperado concierto, sobre todo por las colaboraciones que tuvo en cada uno de los capítulos en los que decidió dividir su nuevo material discográfico. Ante esto, el tapatío sólo se limitó a no comentar nada para no arruinar las sorpresas preparadas para su amado público.

Ese sentimiento se vio reflejado en aquel viernes de concierto, uno lleno de nostalgia, donde la madurez y evolución musical del solista se manifestó en las canciones que no dejaban de sonar, siguiendo un hilo conductor perfecto con el que parecía que escuchó cada una de las peticiones de sus fans, siempre interactuando, presente en todo momento.

Las nuevas canciones se hicieron presentes con Película, Cada vez que vuelvas y La ciudad. La emoción parecía no tener fin y el pulso estaba elevado, cuando la figura de Ximena Sariñana apareció en el escenario, acto que volvió a enloquecer a los fans.

La también tapatía salió vestida con un traje rojo con el que resaltaba en el escenario y sin perder un momento se oyó Aves del tiempo, un dueto que fue muy cuestionado por los más acérrimos fans, pero que esa noche fue aplaudido por gran parte del público. 

Con la interacción ya conocida del solista con sus fans llegaron Náufrago y Bacalar, secundadas por Buscándote, que fueron un previo que anunciaba una de las sorpresas más deseadas de ese viernes. 

Los gritos volvieron a irrumpir el recinto cuando la figura de un gran conocido se alzó entre el juego de luces. Miles de presentes se desvivieron cuando Caloncho, un gran amigo de Siddhartha se sumó al espectáculo para interpretar El loco, adjetivo ideal para describir a los extasiados fans.

Noche mágica

He de confesar que antes del 6 de diciembre mi gusto por el tapatío se limitaba a las recomendaciones de una gran amiga (que también asistió esa noche), pero después del famoso “encore” mi percepción cambió totalmente.   

El momento tenía que disfrutarse fue momento de guardar los celulares y gozar sin distracciones. Esa fue la premisa para que Me haces falta nos pusiera al frente un cheque de realidad y nos enseñará lo valioso de los momentos que nos regala la vida.

“Gracias por la oportunidad de escuchar; esperamos estar a la altura del público que tocamos. Yo les propongo apagar el celular, nadie va a documentar esto; seguro habrá los que no quieran hacerlo y está bien”, así lo dijo el cantante.

Después de casi 2 horas de un magnífico setlist se oyó Únicos, canción que cerró de manera perfecta una década de aprendizaje, evolución, éxito y grandes enseñanzas. Gracias Siddhartha, gracias por pensar en tu público, por ese gran viaje musical y por una noche mágica en el Auditorio Nacional.

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