México en sonidos

Visita la exposición “Modos de oír: prácticas de arte y sonido en México”, con la que, por medio del oído, redescubrirás otro México

Por Jéssica Pimentel

Una fachada estilo barroco adorna la entrada del recinto que perdura a través de las décadas, es el Museo Ex Teresa Arte, donde se presenta la exposición “Modos de oír: prácticas de arte y sonido en México”, que tiene el propósito de explorar la creación del sonido, destacar un pensamiento sonoro y una revisión crítica de la producción artística vinculada al sonido en las últimas tres décadas de nuestro país.

Una exhibición con más de 670 obras de 170 artistas de distintas generaciones, ilustran alrededor de los peculiares interiores neoclásicos el arte sonoro en diversos formatos: performance, audios, videos y archivos documentales; produciendo en el espectador una experiencia sensorial y multidiscilinaria. Un trabajo colaborativo entre Ex Teresa Arte Actual y el Laboratorio Arte Alameda.

En la nave central del recinto, disfruta del Pabellón Fonográfico de Mauricio Rocha, una estructura de tres pisos por recorrer, prepara tu sentido del oído para apreciar las 17 estaciones, cada una de ellas con grabaciones históricas en diálogo con registros de obras y momentos importantes dentro de la creación sonora experimental en nuestro país. Presta mucha atención, descubrirás desde la primera transmisión de radio hasta el sonido de electricidad producida por instrumentos.

Visita en la tornamesa, la pieza Tensión suspendida, de Manuel Rocha, una guitarra eléctrica suspendida con cuerdas, ideal para que la hagas sonar. Pasa por la sala de escucha ortofónica y averigua el mensaje cifrado.

Experimenta sonidos de grillos y pasa a la habitación donde encontrarás un políptico de 110 piezas que descansa sobre la pared del recinto. En otra sala, descubre de qué se tratará el siguiente sonido que exprese nuestro México, al abrir cada una de las cajas de madera con un peculiar sonido, como el que producen los vendedores ambulantes: “¡llévele, llévele!”.

Explora a través de las diferentes estaciones y piezas conceptos como tensión, resonancia, vibración e intensidad; percibe la diversidad de vías creativas que involucran al sonido como materia de expresión.

Todas estas instalaciones y piezas en la que la arquitectura, la percepción y los sentidos juegan un papel fundamental en la experiencia del visitante, el audio recobra nueva resonancia cuando la imaginación es capaz de reconstruir los hechos. Y así, la exposición muestra el objetivo de fusionar el trabajo de artistas que en diversas disciplinas crean sinergia entre el arte y lo sonoro.

“Modos de oír: los límites entre la partitura y la escultura sonora, entre el paisaje vocal y la borradura del habla, entre las gestualidades que recuperan el cuerpo como agente central del ejercicio auditivo se hacen porosos; irradian necesarias conexiones, intercambian lugares y dejan al escucha la tarea de releer las posibles relaciones que aquí se presentan entre otra historia de la sonoridad en México y sus resultados más recientes: ésa que vino de la tinta y terminó girando en un vinilo.”